El Fútbol Club Barcelona lleva 3 años en
los que su nivel defensivo ha disminuido de manera notable. El último año de
Guardiola, ahora en el Bayern y el año pasado con Tito Vilanova encajaron
demasiados goles, algo que se achacaba a la falta de intensidad defensiva y a
la falta de presión en el ataque. Con la llegada del nuevo entrenador Gerardo
"Tata" Martino el equipo buscó un defensa durante todo el verano,
aunque finalmente no se pudieron hacer con los servicios de ninguno. En el
comienzo de la temporada la tónica de años pasados no ha cambiado y lo cierto
es que existen varios puntos a analizar en el esquema blaugrana.
EL BAJÓN DE NIVEL DE GERARD PIQUÉ
La primera temporada de Guardiola, la del
sextete, el jugador catalán llegado del Manchester United cuajó una temporada
magnífica. No sólo en cuanto a la parte defensiva, también en la salida de
balón el zaguero aportó su granito de arena para el juego de toque que el
equipo necesitaba. De manera evidente se puede comprobar como el Piqué de la
primera temporada ha desaparecido, ni en el juego aéreo, pese a su estatura, ni
en un uno contra uno ni en la salida de balón, el jugador está acertado. Su
nivel ha bajado y con ello el de todo el equipo.
EL CANSANCIO ACUMULADO DE SERGI BUSQUETS
El mayor descubrimiento de la era
Guardiola parece estar agotado. Sigue siendo un pilar fundamental en el equipo
blaugrana, uno de los mejores jugadores sobre el terreno de juego, pero parece
estar con las reservas a medias. El Mundial de 2010 y la Eurocopa de 2012
añadido a Copa Confederaciones han provocado que Busquets, lleve varios veranos
sin descansar de la manera apropiada. Su posición (mediocentro defensivo), es
una de las más importantes sobre el terreno de juego y también de las más
cansadas. El de Sabadell antes llegaba a todas, no pasaba nigún balón, ahora
debido a esa fatiga acumulada podemos ver como en algunos momentos del
encuentro su zona es avasallada por los rivales.
LA ALTERNANCIA DE CENTRALES
El propio Busquets, Alex Song, Bartra o
Mascherano son algunos de los jugadores que han tenido que actuar de centrales
en la ausencia de Carles Puyol. El capitán blaugrana lastrado por las lesiones
se ha perdido demasiados encuentros en la última era, algo que el equipo ha
notado. Mascherano está rindiendo a un nivel muy alto, incluso mejor que Piqué,
pero el equipo echa de menos la garra de Puyol.
EL ESTUDIO DE LOS RIVALES
Para todos los equipos tanto Barcelona
como Real Madrid son los equipos a batir. Son estudiados de cabo a rabo y en la
Ciudad Condal no demuestran saber cambiar el estilo de juego. Tal vez, un
cambio de esquema de vez en cuando estaría bien para que los rivales no se mal
acostumbren. El tiqui-taca es la esencia del club, nadie lo duda, los
aficionados disfrutan pero los equipos rivales se encierran y salen al
contraataque rápido, cogiendo a los jugadores por sorpresa. El buen juego tiene
un precio y este es el que está pagando el equipo.
EL CENTRO DEL CAMPO
Xavi no está al nivel de antaño, es
normal, todo tiene su ciclo. Su titularidad nadie la discute pero no se le
puede exigir que percuta de la manera en la que lo hacía antes, ni que presione
fuerte los 90 minutos. Cesc Fábregas está haciendo un comienzo de año perfecto
y se está convirtiendo en una pieza vital, pero tiene que ayudar más en las
labores defensivas. Frente al Sevilla entró sustituyendo a Iniesta en el 25 de
la segunda parte y no mostró una frescura necesaria. Cómo se puede observar en
el primer gol del Sevilla, el de Rakitic, Sergio Busquets va a cubrir el hueco
de Piqué que ha salido a cubrir el hueco dejado por Dani Alves, por lo tanto o
Xavi o Fábregas debían cubrir la llegada del jugador hispalense.
LA PRESIÓN EN LA ZONA DE ATAQUE
Una de las máximas de Tata Martino es la
presión arriba, agobiar al rival hasta provocar una pérdida en una zona próxima
al área contraria y de este modo estar más cerca del gol es el objetivo pero,
de momento, no parece lograrse. Lo cierto es que en el segundo partido de la
Supercopa de España y en la primera jornada de liga sí que se vio esta presión,
aunque parece haber desaparecido. Cabe recordar que esta presión fue
fundamental para los éxitos del pasado, por tanto puede ser la clave.