Tres puntos pero muchas conclusiones. La primera de ellas es que el planteamiento de los rivales este año nada cambiará. Cerrados y dejando pocos espacios. A pesar de eso los de Luis Enrique este año sí son diferentes. Todavía tiene que carburar el equipo y aún se aprecian muestras de lentitud en la circulación, pero las sensaciones son positivas. Sobre todo en ese centro del campo en el que cuando Iniesta vuelva se verá la mejor versión. Rakitic de momento demostró seguridad en el pase y marcar los tiempos a la perfección y eso, es una muy buena noticia.
Con el Villarreal el Barcelona estuvo atento en la marca defensiva, pero Mathieu y Piqué no fueron la mejor noticia de la tarde. El central francés estuvo seguro en el despeje pero inseguro a la espalda y en este club eso es una tara que se paga cara. Por su parte, el catalán sigue despistado. Sobre el césped vuelve a demostrar que no siempre los mejores juegan y es que tal vez Bartra merece mayor premio del que está teniendo.
Si Bartra no pudo ser determinante, quien sí lo sería ayer en El Madrigal sería Sandro Ramírez. El canterano anotó el único gol del partido tras una buena jugada entre Neymar y Messi. Al final, tres puntos importantes, tanto por las fechas en las que estamos, como por el resultado del rival, el Real Madrid. Los blancos se dejaron dos puntos en Anoeta, lo que le permite al Barcelona tener desde la segunda jornada una ligera ventaja.
Pau Aguilera
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