Tito Vilanova, de ayudante a director del trabajo bien hecho

La figura de Tito Vilanova como entrenador del primer equipo del Barcelona FC parecía más un apaño para salir al paso que una verdadera apuesta por un cambio en la dirección de la plantilla de uno de los mejores clubs del mundo. Sin embargo, su buen hacer y los resultados del club han obligado a todos a observar a Tito Vilanova desde otro punto de vista, considerándolo como un auténtico entrenador, el cual se ha ganado el puesto como responsable del juego del Barcelona más allá de haber recibido una herencia tras la marcha de su predecesor.

Tito Vilanova es lo que se puede considerar un auténtico futbolista profesional, no una superestrella mundial que compagina el fútbol con una vida pública de altos vuelos y contratos millonarios por hacer publicidad para marcas deportivas o refrescos. Frente a la estrella que se pasea con una supermodelo en un deportivo de última clase, Tito Vilanova ha sido un hombre que ha respirado y vivido fútbol, siendo una pasión por si misma. Como jugador se fraguó en la cantera del Barcelona, para posteriormente iniciar un periplo por equipos de segunda, salvo las tres temporadas que jugó en primera en el Celta de Vigo a mediados de los noventa, hasta terminar retirándose en el año 2002.
Posteriormente inició su carrera como entrenador, asociado siempre a la figura de Pep Guardiola, trabajando como su segundo entrenador y ascendiendo junto a él desde el filial al primer equipo, en unos años en los que Pep Guardiola hizo realmente historia.

Después llegó la renuncia de Josep Guardiola a seguir entrenando al Barcelona, ya que el entrenador creía haber agotado una época y dejaba la ciudad condal en busca de otros retos, un camino que tras un año sabático le ha hecho recaer en el banquillo del Bayern de Munich. La marcha de Guardiola supuso una duda sobre su reemplazo, y seguro que no fueron demasiados los que pensaron en la opción de Tito Vilanova, ya que los segundos entrenadores suelen permanecer demasiado en la sombra. Pero el Barcelona optó por un traspaso de poder simple, haciendo que el ayudante tomara el puesto de maestro. Una apuesta que parece que no ha salido nada mal, sólo hay que ver el juego del equipo y sus resultados, así como la afición no deja de comprar entradas para partidos, los cuales siempre muestran una ocupación más que envidiable.

La margen quedan otros temas personales que hacen más que engrandecer la figura de Tito Vilanova, como esa dura lucha que continúa viviendo contra el cáncer, algo que le ha obligado a permanecer al margen del equipo un poco. En todo caso, la afición debe de estar contenta, ya que además de su liderato en solitario en la liga, el Barcelona marcha a buen ritmo de cara a las finales de la Copa del Rey y la liga de campeones. Así que si eres un aficionado al buen fútbol, tus entradas para ver al Barcelona deberían ser un objeto más que obligatorio para disfrutar al menos una vez de la magia de este deporte en directo. Tito Vilanova quizás no sea ningún innovador como entrenador, pero ha sabido conseguir algo tan difícil como hacer suyo el sistema de Guardiola y mantener fijo el timón del Barcelona, un timón que marca una ruta llena de victorias.
Claudia Ortiz