El Milán ganó 2-0 a un Barcelona que pecó de inocente en la segunda mitad
La gran noche de Champions que los aficionados del Barcelona esperaban tener ayer, se convirtió, lamentablemente, en una de las peores pesadillas para la afición culé. El equipo aguerrido, fuerte y todopoderoso de la liga, ayer fue un niño pequeño frente a un equipo con oficio y que sabía lo que quería. Justo cómo hizo el Chelsea de Di Matteo hace un año. Ni rastro de Messi (a él se le puede exculpar). Por no hablar de jugadores cómo Cesc Fábregas, que ya acostumbran a no estar cuando realmente tienen que estar. A pesar de ello, hay que creer, no dejar de animar y estar al lado de este equipo, como dijo Roura, “estos chicos se han ganado ese crédito”.
La primera parte del encuentro se llevó por el camino que el Milán quería. Interrupciones, faltas, juego tranquilo y el Barcelona cayó en la trampa. Ya se veía en los primeros minutos del partido que algo no iba bien, que las piezas de esta máquina que acostumbra a ser perfecta habían dejado de funcionar como tal. Las distintas sensaciones al descanso demostraron lo que buscaban cada uno de los dos equipos. Los hombres de Allegri se retiraban con aire de victoria, a pesar del cero a cero. Sin embargo, el equipo catalán se retiraba con cabeza gacha y sin una solución aparente.
Con el inicio de los segundos cuarenta minutos llegaba la debacle. El Milán hizo lo que tenía que hacer. Anotar un gol, obra de Boateng y volver a echarse atrás. Con el uno a cero, el resultado era malo, pero no escandaloso. Sin embargo, el segundo gol, con una volea perfecta de Muntari pone muy cuesta arriba la eliminatoria. Mejor no hablar de los árbitros en el primer gol, porque aunque no estuvieron muy bien, en ningún caso tienen la culpa de lo ocurrido ayer en Milán.
A partir de ahora tendremos que ver cómo afecta esta derrota en el seno culé. Tienen que levantarse, porque la afición confía en ellos. Tratar de ganar este fin de semana al Sevilla y el martes que viene dar una alegría a todos los barcelonistas, con una victoria contundente ante el Real Madrid. Es la fecha que todos tenemos en la cabeza. ¡A por ellos! Ahora más que nunca, al lado del equipo.
Pablo Leiva.
La primera parte del encuentro se llevó por el camino que el Milán quería. Interrupciones, faltas, juego tranquilo y el Barcelona cayó en la trampa. Ya se veía en los primeros minutos del partido que algo no iba bien, que las piezas de esta máquina que acostumbra a ser perfecta habían dejado de funcionar como tal. Las distintas sensaciones al descanso demostraron lo que buscaban cada uno de los dos equipos. Los hombres de Allegri se retiraban con aire de victoria, a pesar del cero a cero. Sin embargo, el equipo catalán se retiraba con cabeza gacha y sin una solución aparente.
Con el inicio de los segundos cuarenta minutos llegaba la debacle. El Milán hizo lo que tenía que hacer. Anotar un gol, obra de Boateng y volver a echarse atrás. Con el uno a cero, el resultado era malo, pero no escandaloso. Sin embargo, el segundo gol, con una volea perfecta de Muntari pone muy cuesta arriba la eliminatoria. Mejor no hablar de los árbitros en el primer gol, porque aunque no estuvieron muy bien, en ningún caso tienen la culpa de lo ocurrido ayer en Milán.
A partir de ahora tendremos que ver cómo afecta esta derrota en el seno culé. Tienen que levantarse, porque la afición confía en ellos. Tratar de ganar este fin de semana al Sevilla y el martes que viene dar una alegría a todos los barcelonistas, con una victoria contundente ante el Real Madrid. Es la fecha que todos tenemos en la cabeza. ¡A por ellos! Ahora más que nunca, al lado del equipo.
Pablo Leiva.
Sr. Leiva no estoy totalmente de acuerdo con su análisis cuando dice que que el sr. Thomsom y su equipo arbitral no tuveron culpa de lo que sucedió. Si el primer gol hubiera sido anulado no se cual hubiese sido el resultado del encuentro, son arbitros internacionales y la clamorosa mano no se les pudo escapar. Huele mal.
ResponderEliminarHola Yaron, soy Pablo Leiva. Estoy de acuerdo con lo que dice, pero mi crítica va más lejos. El equipo no estuvo a la altura del partido y no mereció la victoria. Es obvio que el árbitro influye, pero considero que para merecerse ganar, el Barcelona debió hacer más méritos. Por eso, el Barcelona, siendo el mejor equipo de Europa, a mi parecer, debe olvidarse de arbitrajes y salir con más ganas al campo.
ResponderEliminarPablo este equipo tiene ganas y muchas....creo que como aficiondos que estamos teniendo la suerte dedisfrutar del mejor equipo de la historia tenemos la obligacion de defender a este equipo y perdonarles el que muy de vez en cuando les salga un mal partido.pospongamos debates de si algunos no dan la talla .estabajo de nivel.la estrategia......etc para evitar episodios lamentables como el delmartes en la peña cuando en lugar de apoyar al equipo cuando peor lo estaba pasando un sector se dedico a criticar a todos por todo como silo echo hasta ahora no sirviera psra nada
EliminarSr. Leiva, si Messi no apareció como Ud. dice.... y se le puede perdonar. Sino hubiera jugado tan retrasado ahora probablemente estaríamos hablando del estratosférico Messi....es humano, no una máquina que puede hacer varias funciones para conseguir un objetivo. El Dios Messi, no puede elaborar las jugadas, dar asistencias..... y meter goles. En mi opinión debería haber jugado como lo viene haciendo asiduamente...y la actuación del arbitro, sin comentarios.....La crítica del partido y la respuesta a Yarón, me parecen correctas. AHORA TOCA REMONTAR !!!!
ResponderEliminarJo només dic que si algun equip pot guanyar per 3-0 per 4-1 o 5-2 al Milan, és el BARÇA. Això si, es necessita un Camp Nou que anime desde mitja hora abans del partit, i uns jugadors convençuts.
ResponderEliminarREMUNTADA SI O SI.
Miquel . P.B. Sant Marcel.lí.